
Caminan mirando al cielo y preguntando. Leen el periódico una y mil veces. Buscan noticias de naciones lejanas. Necesitan otras melodías. Otros países. Otras caras. Se aburren al instante. O segundos después. Algo dentro suyo los arrastra hacia el camino eterno. Pero caminar no los colma. Porque nada los colma. Ninguna huella se seca. Ningún grito se apaga. Dentro de su alma ríos de rabia chocan contra las rocas de sus pieles. Se arrancarían la piel si eso los saciara. Pero nada los sacia. Ni bien acaban vuelven a comenzar. Siempre lo nuevo. Siempre lo otro. Siempre lo de allá.
Han venido al mundo a preguntarse por los colores y las formas. Por la lluvia y las estrellas. Pero ni las estrellas los detienen. Porque volar no les alcanza. Apenas se sientan sus piernas tiemblan, titubeantes, pronto se levantarán. Hacia las estrellas. Pero dijimos, no les alcanzará.
Condición humana que deja siempre el envase vacío, la caja desfondada, el corazón sin aliento. ¿Cuándo acabarás?
Oh Insaciables Oh Insatisfechos
¿Qué aljibe profundo saciará sus brillantes deseos?
Oh Estrellas infinitas que nunca me alcanzarán
¿Es que nunca dejaré de ser uno de ellos